Puebla
Desde el municipio de Ahuazotepec, en la Sierra Norte, una de las zonas más complejas del estado, el Gobierno de Puebla reafirmó su compromiso con la seguridad pública. El gobernador Alejandro Armenta Mier señaló que garantizar la paz y la protección del patrimonio de las familias poblanas es una prioridad permanente.
Con el respaldo del Gobierno federal, destacó que se trabaja sin descanso para devolver la tranquilidad a todos los rincones de Puebla, sin dejar fuera a ninguna comunidad.
Estrategia de seguridad con cuatro ejes
El secretario de Seguridad Pública, Francisco Sánchez González, detalló que la estrategia está basada en cuatro ejes fundamentales:
Atención a las causas sociales. Programas de deporte, cultura y educación dirigidos a niñas, niños y jóvenes, con el fin de evitar su vinculación con las drogas o la delincuencia.
Fortalecimiento policial. Capacitación y cercanía de los cuerpos de seguridad para recuperar la confianza ciudadana.
Tecnología de vanguardia. Patrullas inteligentes con lectores de matrículas, sistemas de reconocimiento facial, torres de vigilancia y la incorporación de 50 drones con capacidad de elevación de hasta 50 metros para operaciones tácticas. Además, se instalarán 16 Centros Estratégicos de Seguridad y Atención Turística en zonas de alta movilidad.
Coordinación interinstitucional. Trabajo conjunto entre los tres órdenes de gobierno. Puebla lidera a nivel nacional la recuperación de hidrocarburos, logro reconocido por Pemex con la entrega de 60 millones de pesos en insumos.
Percepción ciudadana
César Salas Torres, productor de la región, destacó que los operativos en carreteras y caminos generan mayor tranquilidad para quienes transportan ganado o cosechas. “Es positivo que se vigilen las rutas, porque nos sentimos más seguros”, señaló.
Una responsabilidad compartida
El secretario de Seguridad subrayó que la seguridad no depende únicamente de las autoridades, sino que es una tarea compartida con la ciudadanía. “Buscamos recuperar el tejido social desde la raíz”, afirmó.
Los datos muestran un esfuerzo por integrar prevención, tecnología y coordinación, pero la reflexión queda abierta: ¿qué tanto puede contribuir la participación ciudadana para que estas estrategias realmente se traduzcan en un estado más seguro y en paz?